El
sistema de la resistencia
social
Nuestra
imagen
del hombre
decide sobre el futuro
de
Wolfgang Fischer
(
versión.pdf
)
Las
tareas del sistema inmunológico de los organismos
biológicos consisten en:
1.
reconocer los peligros y aislarlos,
2. evitar sus daños y
3. mantener la integridad del organismo
-
en pocas palabras, mantener en su mejor estado a eso que
entendemos por salud. La salud como tal no viene definida
como estado sino como un proceso sostenido que se tiene que
apoyar o que se puede destruir de forma considerable.
Una
parte del sistema inmunológico corporal ha aprendido
diferenciar a través de la larga evolución
entre aquello que le era ajeno o doméstico, lo que le
beneficiaba o perjudicaba. Y ese proceso de aprendizaje
continua en lo relacionado con la vida individual porque
"sabe" lo que representa un peligro o una amenaza y mantiene
siempre ese saber en vigilia para así reaccionar
debidamente garantizando la salud de cada uno ante lo
negativo que le pudiera sobrevenir.
El
desarrollo del cerebro de los primates humanoides se
diferencia con el del mundo animal en que se ha liberado a
través de un potencial "libre y nuevo" que hizo
que para protegernos ante el cúmulo de ideas
destructivas y asociales nos hayamos visto obligados a
desarrollar paralelamente una especie de sistema
inmunológico en lo relativo al mundo de las ideas e
imágenes que apreciamos en el propio mundo. Y, al
igual que los procesos de aprendizaje de las defensas
corporales basados en la evolución, el sistema mental
de protección se ha fundamentado en las experiencia
de la historia de la humanidad.
Si
los hombres desean realmente aprender de su historia, es
evidente que no pueden echar en olvido sus propias
realidades para poder así distanciarse de aquellas
imágenes erróneas coloreadas con tintes
ideológicos. Pues, siendo igual que en el sistema
inmunológico corporal, la primera condición
es reconocer el peligro para poder combatirlo,
siendo igual de válido en lo que se refiere a un
exitoso mantenimiento de la integridad de lo
humano.
Esa
es la única forma de conseguir un desarrollo del
sistema inmunológico mental sin cortapisas,
dónde una experiencia racional y corporal permanecen
estrechamente unidas. En los pueblos primitivos los
conocimientos adquiridos y las experiencias vitales
permanecían siempre inseparables. Con técnicas
de trance, drogas o ejercicios respiratorios, danzas o
meditación, siempre consiguieron experimentar con
carácter global que la ratio y la sensaciones
prevalecieran unidos fuertemente de forma equilibrada como
condición de que ello les garantizaría su
salud espiritual y corporal.
En
nuestra sociedad moderna, que intenta denominar
civilización aquello que se eleva por encima de todo
lo relacionado con lo natural, se ha producido un
desequilibrio: la ratio está sobrevalorada con
respecto a los sentimientos y las sensaciones que se
consideran incluso como algo negativo llegando incluso a
tacharlas como algo "femenino" o como señal de
debilidad. Contemplado desde un punto de vista
histórico comenzó este desarrollo hace unos
cuatro milenios aproximadamente. Unas modificaciones
climáticas drásticas que tuvieren lugar desde
Africa hasta Asia impulsó a unas sociedades
pacíficas a unas nuevas formas de convivencia
(Saharasia
- tesis según James
DeMeo).
Si efectivamente fueron estos cambios o también otras
circunstancias, que llevaron a una sobrevaloración de
la razón por encima del sentimiento, no sabemos. En
todo caso la preponderancia de la razón frente al
sentimiento trajo consigo un aumento de las facilidades
intelectuales. Estas se independizaron con el trascurso del
tiempo y asi perdieron su relación con las
necesidades vitales fundamentales. Esta pérdida no es
otra cosa que la pérdida de nuestra religión
verdadera y natural. El aumento de la agresividad que
llegó hasta la deliberada destrucción de la
naturaleza solamente fue posible por medio de
eliminación sistemática de la devoción
y del respeto ante la vida por la frialdad del intelecto
humano.
Con
esta pérdida sensorial ha desaparecido un componente
regulador natural de tal manera que el desequilibrio ha
llegado a convertirse en un efecto destructor reforzado. El
dolor del individuo se niega, el dolor social se desenfoca
simplemente de la realidad. La desaparición de las
especies, el deterioro creciente del agua, aire y los
alimentos son la consecuencia directa de enfermedades
surgentes - todos esos reguladores naturales de nuestra
existencia se racionalizan y permanecen impenetrables al
sentimiento. Es evidente que así pierden el sentido
de su fin que no es otro que obligarnos a estar despiertos y
dispuestos a cambiar una forma de vida que acabará
destruyéndolo todo. La fuerza interior de la
sensación que nos podría despertar y mover a
ser activos esta eliminada y privada de toda influencia. El
dolor y la alegría - guias de la vida - permanecen
desapercibidos. La fuente de la intuición se seca si
la razon solamente hace cálculos.
Lo
mismo que el dolor como regulador nos avisa de una
actuación dañina, las sensaciones de
alegría y felicidad premian actuaciones correctas
(ventajosas evolutivamente). Tanto el dolor como la
alegría tienen como fin el llevar al hombre a
través de un camino seguro y su infalibilidad puede
verse afectada justo en el momento que los menospreciemos al
estar concentrados con el pensamiento en intereses espurios
de diferente fundamento que los racionales, es decir, nos
estamos alejando de la realidad del momento de la
sensación siendo entonces cuando se nos llega a
producir una falta de orientación en un espacio de
arbitrariedad que abre el camino a la ilusión. Las
ilusiones de las personas miembros de las sociedades
'civilizadas' niegan la realidad en el momento que
menosprecian el entretejimiento de todo lo viviente y la
necesidad de un co-existir global que emana de ello. Y por
eso una reacción y actuación con sentido se
está haciendo cada vez más difícil.
La
ilusiones como visiones que conducen a la pérdida de
la realidad - ¿Quién apoya esto?
Nuestros
recién nacidos son los menos capacitados a sobrevivir
por sí mismos si los comparamos con los de cualquier
especie y los que más tiempo necesitan para
integrarse dentro del proceso de aprendizaje. El programa
genético innato no es suficiente en los hombres, al
contrario que en la mayoría de los animales, para
asegurar la supervivencia. Y la cultura no ha logrado
aún de sensibilizar la conciencia social para la
sobrevivencia global.
En
el mundo animal los programas genéticos cuidan de la
supervivencia del individuo asegurando así la
cohesión social. El hombre, por el contrario, nace
con una especie de "vacío mental". Su cerebro tiene
que llenarse primero con representaciones e imágenes
de la realidad a través de un proceso de
enseñanza. Para que la realidad y la imagen coincidan
evitándose un reconocimiento ilusorio, se hace
necesario un aprendizaje libre, un poder experimentar sin
atrofias dogmáticas o incluso prohibiciones. Tan solo
un proceso de aprendizaje semejante garantiza un desarrollo
cultural-espiritual lleno de sentido.
La
obligatoriedad de tener que creer en imágenes
pre-confeccionadas impide, por el contrario, una
reproducción auténtica de la realidad en
nuestro cerebro, imaginaciones y sueños. Conduce a
distorsiones en la captación llevándonos a
pérdidas de la autenticidad y así
obligatoriamente a una impronta ilusoria que en muchos casos
se puede convertir en locura.
Y
debido a que la propia realidad está sometida a un
proceso de transformación continuo, la intensidad del
reconocimiento ilusorio se refuerza tanto más cuando
las imágenes y representaciones mentales se cimenten
dogmáticamente.
Es
evidente que los dogmáticos perennes de la
política se debieran hacer la pregunta sobre
qué imagen del mundo, especialmente la religiosa, es
la que deben representar, porque son sus potenciales
espirituales los que impregnan en definitiva la realidad
social, tanto en la locura como en la cordura.
En
el ámbito cristiano predomina la
representación de un Dios que solo ama a los
diligentes y a los ricos, que fomenta la expoliación
indiscriminada delos recursos vivos e inanimados de nuestro
planeta. La imagen del Mesías Salvador fusiona la
energía de autocuración con el fatalismo
paralizante. La representación de un Dios que
antepone a un pueblo elegido impide por sí mismo, a
tenor de la experiencia vivida con el Holocausto, que se
produzca un proceso de aprendizaje que nos enseñe a
amar la paz y a cooperar en términos de igualdad con
seres humanos a los que se les ha expulsado de su lugar de
nacimiento. La representación de un Dios que lucha
por sus ideas con el fuego y la espada no hace sino
facilitar la paranoia de la Guerra Santa. La
representación de un Dios masculino no deja de ser
una discriminación de la mujer. La
representación de un Dios al margen de nuestra
existencia individual no hace sino apartarnos de nuestra
responsabilidad. La representación del karma
mecánico favorece el sostenimiento del status quo:
¡los más desfavorecidos se han buscado ellos
mismos su situación, los de arriba se regodean en su
propia infatuidad! La idea de la reincarnación, de
nacer varias veces, sobrevalora el EGO individual
desfavoresciendo la realidad transpersonal', la
unión de todo ser viviente. Creerse que podemos vivir
al margen de la naturaleza y que nos es posible dominarla,
pervierte el sentimiento de autocontención
empujándonos únicamente a la búsqueda
del poder sin piedad y sin sentimientos.
Si
somos capaces de dejar a Dios a un lado y colocamos la
existencia humana en su dependencia natural como centro de
nuestro pensamiento y desarrollo, podremos aprender a
juzgarnos de forma imparcial a nosotros mismos, a mejorar
nuestras condiciones de vida y a garantizar nuestro propio
futuro.
Tenemos
que asumir las leyes de la naturaleza que extienden su
validez y efecto a lo largo y ancho del cosmos y
dejémonos de escarbar en el porqué de su estar
ahí. Concentrémonos en esa vida de la que nos
hablan los físicos cuya existencia se debe
única y exclusivamente en la tierra a la
energía de la luz del Sol y a su capacidad de
organización. Hasta que el ser humano
apareció, esta fuerza organizativa ha desplegado con
ahínco la entropía de una continuidad a
través de un proceso de equilibrio perfectamente
sincronizado entre todas sus piezas que a su vez se han
señalado por apoyarse mutuamente para desarrollar
unas con otras toda la profunda potencialidad que
reunían entre ellas. Ahí es dónde
está el meollo del desarrollo de la diversidad, de lo
más simple hasta de lo más complejo, y que hoy
continua manteniendo la dirección y ajuste (=
justicia) sirviéndose de los procesos de
acoplamiento regenerativo (= religion).
Con
el ser humano es casi como si hubiera surgido una nueva
balanza en el biosistema que no hubiera comprendido
aún su sentido del equilibrio como tarea y
condición de su propia existencia futura. Las
imaginaciones de los hombres que se han ido cristalizando a
lo largo de la historia continúan todavía
esencialmente inmersas en ámbitos en los que la
continuidad de la biosfera permanece oculto, sí,
incluso se sigue utilizando a muchos seres humanos
'civilizados' para destruir esa continuidad. Y con eso el
hombre no hace sino atacar sus propios fundamentos
existenciales, un comportamiento que acertadamente
podría clasificarse como de "enfermedad mental". Los
ejemplos citados anteriormente de carácter religioso
y otras imaginaciones erróneas tienen en común
que demuestran palpablemente la falta de una
dirección que contemple el todo y que por esta causa,
vista la realidad tal como es, su efecto resulta
destructivo.
Cuando
enfrentamos la razón a lo irracional tiene lugar
también una visión simple y errónea de
la realidad, pues de este modo se omiten la sensibilidad y
la emoción en tanto factores de nuestra existencia.
La conducta racional por sí sola no es necesariamente
correcta en un sentido más amplio e integral. La
irracionalidad o la calidad de lo irracional se muestra
siempre que la razón no veraz se combine
disarmónicamente con los sentimientos, mientras que
de la veracidad racional en armonía con los
sentimientos surge la "inteligencia emocional". La
irracionalidad basada en carencias tanto emocionales como
mentales se opone a la inteligencia emocional de la madurez
humana.
Solidaridad
con la vida solo contesta la madurez humana
Activando
y utilizando todos nuestros potenciales espirituales, tanto
racionales como sensibles, podremos llegar a comprender y a
aceptar la continuidad de las leyes de la naturaleza
ordenadas en niveles superiores al nuestro. Y tenemos que
aprender a cumplirlas porque de facto son nuestras
raíces auténticas que garantizan nuestra
supervivencia.
Aunque
nuestra amplitud de miras tiene que mantenerse sobre la
totalidad porque si solo contemplamos intereses elitistas
estamos incumpliendo la ley de lo absoluto y de lo saludable
perdiendo así la oportunidad de nuestra
curación.
La
historia de la humanidad abunda en ejemplos de como
servicios prestados a minorías elitistas han
utilizado cogniciones "parciales" como instrumento contra
otros. Tal comportamiento explotador está produciendo
hoy más de un dilema de relativa importancia porque
no hacen sino acumular las amenazas a la globalidad que solo
se podrán eliminar si somos capaces de abrir la
percepción. Solo el conocimiento exacto de las leyes
vitales a nivel global se puede convertir en valores
éticos absolutos de una cultura realmente convertida
en humana que no solo declare la ablación del
clítoris o el canibalismo como antinatural, sino
también el colonialismo, el neo-liberalismo y todas
las demás cogniciones éticas
seudo-religiosas-ideológicas que desde un punto de
vista universal de subsistencia son contraproducentes.
Cuando nuestro conocimiento llegara a un nivel semejante
podríamos decir que disponemos de la base de un
humanismo global instalado en un punto de partida que cumple
conscientemente todas las condiciones de la vida y la
supervivencia y que responde debidamente al sentido que
todos sus integrantes le exigen.
Aquí,
así lo creo, es dónde se tiene que aplicar la
visión política si realmente desea apoyar que
el caminar social se dirija en la dirección en la
dirección de una solidaridad global. Programas
politicos solamente son útiles en un sentido social,
si contribuyen a la realidad de la vida y sus necesidades.
Las religiones solo crean cultura, si proporcionan a la
humanidad respuestos entendibles y reales y que nos permitan
avanzar. Emancipación, liberación y un
desarrollo sano suponen una flexibilidad mental y una
capacidad de aprendizaje.
El
dogmatismo impide el crecimiento mental.
Respuestas
tradicionalistas, fundamentalistas y dogmaticas corren gran
peligro de convertirse - en el trascurso del tiempo - en
racionalmente inciertas y por eso tienden a la
irracionalidad de la metafísica. Si para el
ámbito cristiano vale el dicho "que hay que ser como
los niños", entonces ésto esta dirigido a su
libertad mental, a su gran imaginación infantil, a su
capacidad de admirar y creer. Nosotros deberiamos poder
percibir nuestras visiones y darles credibilidad. Visiones
son - desde un punto de vista intercultural - miradas
parecidas al futuro. Estan alimentados por la esperanza del
espiritu humano a la solidaridad entra las personas y la
naturaleza. Si es que realmente creemos en las profundas
visiones y esperanzas de paz y seguridad etonces ganamos la
oportunidad de realizarlas.
Es
justamente ésta, la creencia en nosotros y nuestros
potenciales internas, libre de prejuicios e inocente, la que
es violada por las instituciones religiosas de este mundo.
Tutela religiosa o política viola lo divino en el
hombre y - por medio de la obligación a la
creencia de ideas prefabricadas y fijas - produce al ser
inhumano, lo malo. La subordinación obligada
asegura por medio del uso del poder adicto a la violencia la
continuidad de la discordia.
La
creencia infantil" da animo, refuerza la opinión
personal y lleva a una disposición voluntaria de
intrometerse a problemas de interés común.
Esto hoy en dia es cada vez mas necesario, ya que los
partidos politicos sólo insinuan preocuparse por el
bien común. Hace tiempo que han perdido visiones
fomentadoras de solidaridad. Satisfecho de si mismo se han
sometido al dictado del captal financiero llegando incluso a
intentar presentarnos su propio servilismo en una
dimensión generalizada de algo que no tiene
otra alternativa porque es lo natural". Van a seguir
perdiendo credibilidad a tal paso como el neoliberalismo con
su horizonte libremente limitado por la falta de la
orientación espiritual lleva la miseria social a la
disgracia.
Con
el hambre del hombre a respuestas a sus preguntas y
problemas sociales crece también el peligro de
respuestas irresponsables. Para inmunizar a la sociedad
contra ese peligro solo puede ser válida una
visión cuyas respuestas abarquen el conjunto. Una
toma de posición crítica en el sentido de lo
expuesto anteriormente podría ser el ejemplo de lo
que debe ser un systema de la resistencia social contra
peligros hechos por el hombre mismo. Mi esperanza es de que
aún existan suficientes intelectuales que sean
capaces de aunarse en su flexibilidad espiritual y en su
empatía emocional y actúen como embajadores
del mensaje, porque toda vida emana de una sola fuente y la
cooperación de todos es la base de un futuro
saludable. La competencia cooperativa sirve a
través la optimización de las normas sociales
para la nueva meta fijada, la sociedad sostenible que
resulta ser idéntica con el paraíso prometido
de las religiones.
Construida
sobre la base de las leyes naturales, la exposición y
exigencias detallados a lo largo de este escrito nos
muestran la imagen de una actualidad de la que el ser humano
no tendría que avergonzarse ya más. Pero eso
no se obtiene solo con un cambio de conciencia, sino
también con el comportamiento
correspondiente.
La
visión de la paz mundial, la unión de todo ser
viviente
El
fundamento de la acción moral es el reconocimiento de
la realidad que es la condición humana para un futuro
floresciente. Otra palabra para el reconocimiento de
la realidad' es la mística. Lamentablemente la
mística todavia no es un tema aceptado y divulgado
entre aquellos intelectuales que tratan de planificar el
futuro. Para muchos sociedades aborigenes con su
sabiduría tradicional oralmente trasmitada y para
gente con la capacidad de sentimiento la mística
nunca fue algo extraño. Lamentablemente la
visión científica hasta hora no reconoce la
posibilidad y el valor de una percepción interna y
por eso desconoce relaciones interdependencias basicas. De
ahí emana la falta de respeto de la unión /
vincularidad de todo ser viviente, el menosprecio del bien
común. El apoyo de intereses parciales a costa de
intereses globales de la vida es una falta decisiva, que
sigue fortificando la tírania del poder o de la
mayoria y significa un peligro existencial para todos
nosotros. El uso de armas para tomar decisiones en
conflictos no tiene nada que ver con un futuro seguro. La
guerra y el terror son expresión de un aferramiento
adicto y enfermo a una vida destructiva y pravada. Solemente
aumentan la inseguridad, nunca producen la paz.
Precisamente
aquí es donde veo a los opositores de una
globalización en favor de las corporaciones
multinacionales, los activistas Anti WTO, Amnesty
International, Greenpeace, Weed, - por nombrar solo algunas
de los grupos de la sociedad civil que se organiza de forma
participatoria - cómo representantes de objetivos
alternativos o complementarios de una democracia orientada
en la base u otras formas y facetas de una convivencia
social libre de violencia.
"Libertad,
igualdad y fraternidad" fue el lema de una revolución
en Europa.
Hoy
este lema completado con: Tolerancia, justicia y
sentido social y ecológico" puede coordinar un
movimiento mundial de la solidaridad para enfrentar a la
globalización unilateralmente orientada en la
economía. El dogmatismo neoliberal de la competencia
de la vida en favor del capital lleva directamente a la
decadencia global.
Por
medio de efectos sinérgicos, iniciados por diferentes
movimientos alternativos, pueden surgir impulsos
cuánticos de una conciencia social y crítica,
que - por medio de acciones alternativas que se orientan por
una responsibilidad global - resolvemos problemas,
eradicamos el hambre de la tierra y con esto todos los
productos asociales de la historia del ser humano. Una
concentración sobre los valores solidarios con
perspectivas universales ayuda al sistema
inmunológico de la humanidad. De nuevo se refuerza el
potencial de la vida porque los poderes patriarcales
reaccionarios al servicio del extrañamiento y la
expoliación - representados por las multinacionales o
los déspotas o cogniciones erróneas de tipo
religioso - se veran desprovistos de todo apoyo. Con la
ayuda de los medios liberados podemos ir destruyendo las
amenazas a la salud de nuestro planeta y de sus habitantes
originadas por el propio hombre. Unos objetivos mentales que
aceptan dependencias naturales del hombre van a ganar nuevas
posibilidades creativas y parten de la viabilidad evidente
de una alternativa socio-ecológica por que es nuestra
única oportunidad para que nuestro futuro se abra
ante nosotros lleno de luz.
De
esta manera comenzamos a trabajar de forma activa en el
mantenimiento de la integridad de la vida. Con todas las
imperfecciones inherentes al ser humano se puede llegar a
conseguir la maduración del sistema conductor
natural, la cognición del dolor y de la felicidad,
liberado del extrañamiento emocional y del
deslumbramiento dogmático - que nos conduce a un
sistema inmunológico mental. Expresión
característica de un sistema inmunológico
mental que funciona son la intuición y la
sensibilidad que nos evitan crear sistemas inhumanos
emanados de nuestros propios errores humanos.
--
> Paul Hawken: Blessed
Unrest
(versión
inglés)
(versión
alemana)
Emanzipation
Humanum,
Versión 12. 2003. Serán bienvenidos los
comentarios críticos, las sugerencias sobre la forma
o el contenido y el debate. Queda autorizada la
reproducción, siempre que se respete integramente el
texto, se cite la fuente de procedencia y se envíe un
ejemplar de muestra. Será bienvenida la
traducción del texto a otras lenguas. Previo acuerdo,
se puede modificar y resumir el texto.
http://emanzipationhumanum.de/espanol/inmun.html
|